jueves, 30 de agosto de 2007

TERREMOTO 15 DE AGOSTO 2007

Lo hemos vivido en nuestras propias carnes.
Dos minutos intensos que parecían interminables y la destrucción de un pueblo que ni siquiera sospechaba que esto podía pasar.
Se había hablado mucho de educación en prevención de desastres, que vivimos en una zona sísmica por naturaleza pero pocos le dieron importancia y aquí estamos. Viendo nuestra realidad casi al borde de la desesperación sin saber que hacer porque no hay energía eléctrica, el agua se acaba, los mercados no abren por temor a que la gente desesperada pueda saquear.
Sin comunicaciones telefónicas.
Sin Internet; para “hacer conocer al instante” la información sobre la tragedia que todos vivimos y nos puedan mandar ayuda.
Es decir toda la fantasía se vino abajo y volvemos a aquellos comienzos.
Tenemos que caminar por media hora para ir a la ciudad, coger un balde y ver quien nos puede regalar un poco de agua. El calor de la ciudad es tremendo y cuando falta el agua parece que hubiera un esmero por parte del astro rey en quemar aún más.
Casas destruidas, fachadas a punto de caer, rajaduras en los grandes edificios; es necesario observar por donde camina uno porque ante una de las réplicas sísmicas puede caerse otra pared.
Y esa nube espesa de polvo que daña la garganta.´
Nadie se preocupa en ir a su centro de labores, todos se quedan en casa para cuidar o trasladar lo poco que queda.
Llega la ayuda pero es poca aún, las gentes pelean por un poco en el reparto y hacen colas largas para comprar algo.
Los transportes interprovinciales elevaron el precio de los pasajes como si no fuera suficiente la tragedia que todos vivimos, las mototaxis subieron sus pasajes de 1.50 a 5.00 soles y ni que decir de los taxis.
Y en las bodegas a falta de pan porque no funcionaban las panaderias las galletas de 0.50 subieron a 1.00 y las velas para alumbrar la noche oscura de 0,50 a 1.00 o 1.50. Las pilas se acabaron y era como el oro para las linternas.
No hay alcalde ni gobierno regional que lidere la atención a la emergencia, nadie había previsto que esto podía pasar; vino como ladrón a medianoche.
Los periodistas en la única radio que transmite se dedican a gritar acusando a las autoridades de no hacer nada para ayudar a las familias y las llamadas permanentes de la gente “al aire” era para gritar deseperada lo mismo. Ayuda, ayuda es lo que pedían.
Lo peor llegaria la segunda noche luego del terremoto se generó el pánico colectivo, cuando alguien alertó la presencia en la ciudad de 700 fugados de la cárcel (pudieron decir más) que subidos en un camión habían iniciado la tarea de asaltar una a una todas las casas y negocios. Aquella noche también fue interminable. Todo Ica y sus distrtitos esperaban la llegada de los fugitivos que todos habian visto y nadie sabia donde.
Era un espectáculo similar a la del año nuevo donde todos queman muñecos a medianoche. En esta ocasión no eran muñecos de ropas viejas. Eran llantas, maderas viejas, bancos rotos, todo lo que pudiera quemarse para hacer fogata y los ladrillos de las casas caídas servían de barricada. Todas las cuadras bloqueadas.
Y las llamadas a la radio de todo aquel que desesperado podia hacerlo, “al aire” gritaba y advertía que el y sus vecinos ya estaban organizado, preparados en caso de que cualquier delincuente apareciera en su cuadra y no dudarían en darle muerte.
Se oían balaceras por aquí y por allá. Eran disparos de personas que tenían armas y como un acto disuasivo disparaban al aire. Alguien dijo vamos a ayudar porque parece que allá están los “choros”; mientras se iban acercando ellos mismos eran confundidos como delincuentes, así que volvían corriendo nuevamente a su cuadra.
Y la tierra seguía temblando.
15 de agosto del 2007 cuarto de hora antes de las 7 de la noche, terremoto devastador. Casi 8 grados de remezón de estructuras. La naturaleza puso a prueba nuestra fortaleza y el temple de nuestro orgullo.
En aquel instante caímos de rodillas a implorar perdón.
Durante esas noches oscuras nos pusimos a reflexionar sobre nuestra nadidad frente al creador y nuestra madre naturaleza. Hoy que va pasando todo estamos recuperando nuevamente ese orgullo y el desafío hacia nuestra madre naturaleza, como si lo vivido no fuese suficiente para comprender que es necesario coexistir en armonía con ella y que investigando sus manifestaciones debemos prepararnos para cuando uno de sus embates nos vuelva a la realidad diciéndonos.
Estoy aquí no lo olvides.


ESTADO DE LA IGLESIA DE LUREN

1 comentario:

Fernando Nerú dijo...

Es un placer encontrar mas blogs iqueños en la red, y post rememorativos como este, como iqueño realmente dia a dia para olvidar estos tragicos momentos.

Dios no quiera que sucesos tan aterradores como el que devasto nuestra region no vuelva a suceder.

Ha sido un placer visitar tu casa.

Atte Fernando Nerú.